Ya que este año se celebra el 25 Aniversario de la Declaración del Albayzín como Patrimonio de la Humanidad quisiera explicar brevemente cual es el contenido de esa declaración y compromiso que adquirimos los granadinos con el Albayzín y con el Mundo entero.
El 17 de diciembre de 1994 el Albayzín fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, esta denominación lo incluye, no dentro de la categoría de monumentos o lugares individuales, sino de “Grupos de edificios urbanos” o LUGARES HABITADOS, como “un rico legado de la arquitectura árabe vernacular (es decir, de ORIGEN NATIVO) con la que armoniosamente se combina la arquitectura tradicional andaluza”.
Para ser incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial, los sitios deben tener un valor universal excepcional y cumplir con al menos uno de los diez criterios de selección. En el caso del Albayzín, son tres los criterios que nos otorgan:
– Representar una obra maestra del genio creativo humano;
– Dar un testimonio excepcional de una tradición cultural o una civilización que está viviendo en dicho lugar;
– Ser ejemplo sobresaliente de un conjunto arquitectónico que ilustre una etapa significativa de la historia humana.
La principal consecuencia de esta Declaración y compromiso es la necesidad de poseer un plan que recoja las políticas relativas a REVITALIZACIÓN del barrio, relativo a la riqueza patrimonial y la calidad de vida de sus habitantes, así como toda la problemática relacionada con el turismo. Plan Director vital que 25 años después seguimos esperando.
Los problemas surgen pronto, en menos de dos años después de esta declaración, UNESCO ya empieza a advertirnos con la retirada de la calificación de Patrimonio de la Humanidad por inacción. Advertencia que se ha repetido ya en varias ocasiones y que si hasta ahora hemos salvado, ha sido por su condición de «TESTIMONIO HUMANO, TRADICIÓN CULTURAL Y BARRIO HABITADO»
En el Informe Albaicín2000, queda claro: “la revitalización del Albayzín no es imaginable en contra de las tendencias del barrio. Necesitamos acompañar a la población y ayudarla, puesto que es ella la que revitaliza; es una acción que no podrá salir bien sin la participación permanente de sus vecinos”.
Los vecinos, a pesar de haber participado en numerosas mesas de trabajo y foros en el los últimos años, y de exigir una mayor implicación e inversión para la revitalización del barrio, sólo tenemos un avance del nuevo PEPRI, esperemos culmine pronto, y un compromiso aceptado por unanimidad por todos los partidos que conformaban el Ayuntamiento en 2018 para la elaboración de un Estatuto del Residente que brilla por su ausencia.
Dadas las amenazas de protección del entorno que figuran en el acuerdo de medidas que quiere tomar el nuevo consistorio con el Albayzín, se hace imprescindible visualizar cuál es esa esencia inmaterial del contenido de esta Declaración e invadir las consciencias con ese patrimonio olvidado que hasta ahora lo han salvado del temido «descenso»: “NUESTRO PAISANAJE”. Dejémonos de shows de «luces y sonido» de dudoso gusto y cuidémoslo con mimo porque sin él no existe ese ALBAYZÍN-PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD que tanto invocamos y tan poco valoramos más allá de una bonita foto.
MaRGaRiTa MaRíN
Juan Carlos García de los Reyes 13 enero 2020
Aunque mi llegada a este blog ha sido casual (a través de una amiga) y a pesar de que mi mirada al mismo ha sido todavía a vuelo de pájaro, te felicito por su contenido y por su originalidad. Sobre algunas de las reflexiones, como por ejemplo esta sobre el aniversario de su declaración en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, planteo algunas preguntas (retóricas):
– ¿Cual es el verdadero balance patrimonial desde su declaración hace 25 años? ¿Ha habido retroceso patrimonial en sentido ámplio. sus edificios, su paisaje, su cultura material e inmaterial, el arraigo de sus gentes?
Tras 30 años de la vigencia y gestión del PEPRI Albaicín:
– ¿ha mejorado la calidad de vida de los habitantes del barrio? ¿Mejores dotaciones y servicios públicos? ¿Es eficaz y ágil la gestión de los permisos? ¿Aquel plan de 1989 sigue respondiendo a lo que demanda la sociedad actual? ¿Las necesidades actuales son aquellas?
Me parece a mí que hoy el albaicín, al igual que otros equivalentes en otras ciudades, debe afrontar una serie de retos (política de viviendas, dotaciones de proximidad, aparcamientos y movilidad, accesibilidad universal, armonía y sosiego, vandalismo y seguridad ciudadana, servicios públicos, regulación de la intensidad turística, medidas de revitalización, fomento de la rehabilitación, gestión coordinada entre las administraciones, participación ciudadana… ) que requerirían de una accion decidida de las administraciones públicas (ayuntamiento y Junta de Andalucía, fundamentalmente) con la colaboración de sus habitantes que esté en consonancia con el honor y la responsabilidad de ser Conjunto Histórico y de formar parte del Patrimonio de la Humanidad.
MARGARITA MARIN 14 enero 2020 — Autor de la entrada
Totalmente de acuerdo, hay que reflexionar sobre muchos aspectos del Albayzín, pero para hacer un buen diagnóstico hay que conocer de dónde venimos y sobre todo, al tratarse de un barrio habitado, y por ello, un barrio vivo, decidir hacia dónde queremos que vaya porque desde luego el rumbo que lleva no es bueno para los que lo habitamos y defendemos en su toda su dimensión… Y cada vez perdemos más fuerzas vivas que estén dispuestas a vivirlo y sentirlo en su esencia.
Juan Carlos García de los Reyes 20 enero 2020
Así es y así debería ser…