“El Defensor de Granada”, fundado en 1880 por Luís Seco de Lucena, fue un diario español de ideología liberal-progresista, editado en Granada entre finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX que desapareció tras el estallido de la Guerra Civil.
La historia y evolución de este periódico ya es interesante de conocer per sí, porque no sólo llegó a ser el periódico de más tirada en Granada a finales de los años 20, sino que en él colaboraban notables figuras del panorama granadino como Ángel Ganivet, Paco Seco de Lucena, Francisco de Paula Valladar, Luís Fernández de Córdoba, Federico Olóriz Aguilera, Constantino Ruíz Carnero, Antonio Afán de Ribera, Francisco Javier Simonet, Nicolás María López, Ramón Noguera Bahamonde, Alberto Álvarez de Cienfuegos Cobos, Francisco de Paula Villa-Real…
Por aquel entonces, década de los 20, sus principales competidores eran el Noticiero Granadino, La Publicidad y en menor medida La Gaceta del Sur.
La Biblioteca Virtual de Andalucía posee todos sus ejemplares digitalizados que se pueden consultar por internet:
http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/es/consulta/registro.cmd?id=102024
Pero, más allá de lo interesante, histórico o político, la elección de este periódico para la construcción de este diario es por hacerle también un pequeño homenaje a Enrique Puga Bueno, maestro de escuela, amante de la historia y cuñado de Conchita (marido de Adora), quien dedicó gran parte de su vida a recopilar “a puño”, en más de 30 cuadernos, una serie de artículos sacados literalmente de esta fuente periodística haciendo uso de recortes de prensa y hemeroteca, construyendo una colección de efemérides granadinas que van desde 1900 a 1933 y que quedaron ocultos durante décadas por miedo a su condición política y cuyo primer año (1900) de sus cuadernos podéis ver ya transcrito en el blog “D.Enrique Puga Bueno. Efemérides de Granada (1900-1933)”:
http://enriquepugabueno.blogspot.com/
En cierta forma, este diario lleno de mujeres albayzineras, es en parte, una humilde continuación de su trabajo, con otras características literarias y sociales, y con un punto de vista más emotivo de su legado porque fue así como llegó hasta mí, a través de mujeres copadas de valores humanos, y como alguien me dijo no hace mucho, “con el noble arte de dar voz a los ancestros”.
MARIA DULCE A DULCE RUEDA RUEDA MEGIAS 18 diciembre 2019
Un Gran Hombre y Gran hombre
MARGARITA MARIN 19 diciembre 2019 — Autor de la entrada
«El Tío Enrique». Mira que lo conocí poco tiempo porque murió siendo muy pequeña pero me acuerdo de él perfectamente. Los niños saben bien a qué adultos arrimarse y él era de lo más chiquero con nosotros, prestando siempre una atención muy especial a la cantera. Maestro hasta la médula. Lástima no haberlo podido disfrutar más.