3 de enero de 1920, Sábado

Querido diario:

El Centro Artístico sigue recogiendo juguetes para los niños necesitados y les llevé, cuando fui a hacer los mandaos, una muñequita de trapo que hice para colaborar con la causa.

– No tengo dinero para colaborar pero sí mis manos– Le dije

– ¿La has hecho tú?– Me preguntó el paisano al cargo- ¡Es preciosa! Sí, recolectamos dinero pero seguro que a esta muñequita tan especial le encontramos una niña que la necesita– Aceptó sonriéndome con un guiño.

El Día de Reyes también es el Santo de mi hermana Adora y le estoy bordando a escondidas un pañuelo para regalárselo. Casi me descubre al volver a casa.

Dibujé esto para bordarle. Espero que le guste, está hecho con mucho amor como dice madre que hay que hacer las cosas. Hoy, también, tuve que leerles a las mujeres del taller las dos entregas pasadas de El Conde de Montecristo porque con las fiestas íbamos atrasadas y como Madre me dijo que podía coger hilo para el pañuelo de Adora del cajón de restos, estuve todo el día desbaratando nudos.

Total, que casi no he tenido tiempo para bordar. La vainica del filo ya está hecha, sólo me falta la parte del dibujo de la esquina. Espero poder terminarlo en estos dos días sin que me vea.