Querido Diario:
Dice el periódico que el Teatro Isabel La Católica ha adquirido varias películas de cinematógrafo para proyectarlas de 5 a 12 de la tarde. La temporada comienza mañana y dicen que los precios serán baratísimos, a 30 céntimos.
Se lo he comentado al abuelo para que me lleve pero dice que habrá que esperar a ver la cartelera, que en esto del cinematógrafo cuentan algunas historias que no son para chiquillas tan mocitas como yo… ¿A qué se referirá?
Tampoco quiere llevarme al Cervantes a ver la Venganza de Don Mendo que se estrenó ayer. Pues ya me leeré el libro… Se creerá que las oficialas y las aprendizas del taller no me ponen al día de los artes, buenos y malos, de amar.
Cuando se ponen picaronas de más, mi madre siempre les dice: –Cuidaíto, niñas, que los besos no hacen barrigas pero cantan vísperas.
El otro día, la oficiala, hablando del escándalo de la hija de Doña Amalia, que se ha quedado en cinta del novio malamente, dijo:
-¡Ya ves! Si es sólo una niña.
A lo que respondí, sin levantar la cabeza de mi tarea:
-Pues no sería tan niña.
A Madre, en el momento, le hizo mucha gracia mi ocurrencia pero luego me regañó, dice que siendo la hija de la maestra tengo que tener cuidado de no parecer ordinaria hablando de cosas que no van con mi edad delante del personal.
¿Qué no van con mi edad? Sólo dije lo que pienso y lo he pensado con la edad que tengo. Ni la hija de Doña Amalia es tan niña, ni yo tampoco, que ya me vino el mes a finales del año pasado por primera vez. ¡Qué manía con aniñar a todo el mundo!
“Lo puedes pensar pero no lo puedes decir”: así es mi vida… Eso sí, para trabajar y hacerme cargo de mis hermanas soy una mujer, para otras cosas soy una niña… por eso escribo, para no volverme chaláh con tanta contradicción. A callar toca.
Paco Julio Jr 16 enero 2020
WOW! Vaya salto cualitativo en el personaje 😍