Querido Diario:
Ya viene la Candelaria,
San Cecilio y San Blas.
Ya vienen estos tres días
para cantar y bailar.
¡Comienza ya la época de merceores!
Hoy fue San Cecilio y fuimos a celebrarlo al Sacromonte. Una vez repartidos los ramilletes de flores y el incienso, Papa-Antonio nos compró cañadul de Motril a toda la chavalería, y luego estuvimos jugando a las cañas todo el día en la explanada.
No sólo con los primos, vinieron a jugar con nosotros también un montón de niños del barrio.
Manolín, el amigo de mi primo, también vino y Padre le convidó también a caña, de hecho compró varias para repartirlas a trozos entre todo chavea que se encontraba, menos mal que se llevó la navaja porque no veas cómo le cundía repartiendo.
Y es que chupar cañadul es un buen antídoto contra el hambre. Alimentar, no alimenta, pero engaña con su dulzor los estómagos vacíos.
El caso es que Manolo demostró ser el más habilidoso a los juegos de cañas y todos los ganaba. Y como es como es, les chuleaba a los que perdían la partida diciéndole:
– ¿”Fulanito”, a qué hora dan las cinco en tu pueblo?- Mira que es chinche Manolín… No tié remedio er tío. ¡No es cansino ni ná! Siempre está con la misma cancioncilla. A mí también me lo dijo un día pero lo solucioné rápido contestándole:
-En mi pueblo no hay reloj- Ya no me lo ha vuelto a decir, ahora se limita a cantarme coplillas cada vez que me ve. Canta bien pero de tó se cansa una, mare.
Nos estuvo contando a la vuelta del monte que anoche por lo visto hubo jaleo porque detuvieron a un vecino de por donde él vivía antes, “El Sevillano”, un ratero que vive en la calle del Huerto y al “Chupapipas” de Carvajales, otro perlas.
Al parecer han podido rescatar un montón de objetos robados que guardaban en sus casas. Pues mira, esta noche ya podrá dormir un poco más tranquilo el vecindario.
El tema de los robos nos tiene a todos alarmados, no hay manera de vivir tranquilos. Es un miedo constante a que te den el susto hasta en tu propia casa. Pero esto no pué’seguir así. Vamos de mal en peor.
Tesoros de Granada 1 febrero 2020
Menudo perla, el Manolín. Se está arrimando mucho a Conchita, habrá que controlarlo
MARGARITA MARIN 1 febrero 2020 — Autor de la entrada
¡Ya te digo! Si viene con buenas intenciones… todavia, pero si no ¡que no me entretenga a la niña!
Jose Fernandez 1 febrero 2020
Menudos ratos con la cañadul, era una fiesta.
MARGARITA MARIN 1 febrero 2020 — Autor de la entrada
Siiiii, jajaja, ¡no se le daba vueltas ni ná pa’poder roerlo!
Manuel Beltran III 1 febrero 2020
Yo también he competido con los «colegas» a clavarle una «perragorda» al trozo de «cañadú» apoyado oblicuamente sobre la pared, desde un par de metros de distancia. Tenia su técnica, no creas.
MARGARITA MARIN 2 febrero 2020 — Autor de la entrada
jajaja ¡De casta le viene al galgo!