MaRGaRiTa MaRíN BeLTRáN
Querido Diario:
Ayer salió a subasta ya el Hospital Refugio de la calle Elvira. A ver cuando retoman su labor en el nuevo sitio porque el trabajo que realizan, en estos tiempos que corren, es vital en una Granada donde el 90% de la población es pobre.
Albergan y alimentan a pobres, amparan expósitos, costean la lactancia de niños, pagan lavados y baños a necesitados, socorren a madres abandonadas, ayudan a domicilio a pobres que ya no pueden salir de sus casas…
Dice Papa-Antonio que es la más antigua de España, que lleva funcionando desde el S.XV y que fue modelo de las que dos siglos después se crearon en Madrid y Zaragoza. Una institución seglar de beneficencia digna de alabanzas.
Y es que no tiene pinta de mejorar lo de la pobreza. Aquí los únicos que engordan son los especuladores de los alimentos básicos que no paran de jugar con el hambre de la gente. Ayer a 40 céntimos el kilo’papas. Y algunos no te lo vendían si además no comprabas algo más pa’llevarte.
El Consistorio de Málaga enfadado institucionalmente con el de Graná porque dice que somos unos egoístas por no dejar que salga harina para ellos. Y por Huétor Tajar sorprendió la Guardia Civil a unos malagueños que se estaban llevando 82 arrobas de harina pa’su pueblo.
No contentos con haber sido pillados infraganti, resulta que la Guardia Civil dejó la harina decomisada en la Venta de la Catalana, de donde estaba siendo exportada clandestinamente, y tan pronto como se retiró la benemérita del lugar, volvieron los sujetos estos, y amenazando de muerte al dueño, se la volvieron a llevar para su pueblo.
Y es que el hambre si no mata por inanición, mata para comer. ¡Anda que se está llenando de gloria el ministrico! (¡aehs!). No hace ná a derechas. Ná más que liarla por donde quiera que va. El Ayuntamiento ya está pensando en tomar medidas más drásticas con acaparadores de trigo y fábricas.
En principio va a hacer un llamamiento a los tenedores de Granada para que pongan el trigo a disposición del Ayuntamiento a un precio justo pero, si no entran por verea, están dispuestos a incautar fábricas y a actuar duramente contra ellos.
Algunos, como los señores Conde y Bandrés les ha ofrecido al Alcalde su fábrica para ponerla a su disposición. Y el señor concejal Ruíz Gómez, una vez más, haciendo gala de su generosidad a la ciudad, ha ofrecido una pequeña reserva de trigo que tiene para que la Alcaldía disponga de ella si fuera preciso.
¡Ya fueran todos los políticos iguales, mare mía!
¡Qué primor de hombre!
