Querido Diario:
Dicen que los años bisiestos son años de mala suerte pero no se me ocurre a mí que podría ir peor y no hemos hecho más que empezar el año…
Ya están preparando la Fiesta del Árbol que será esta semana próxima en la explanada del grupo escolar del Albayzín.
Es una fiesta muy simpática, la verdad. Consiste en que cada niño planta un árbol que luego tendrá que cuidar y se les da un premio económico a aquellos niños y niñas que mejor cuiden de su árbol.
Los premios no están mal, son de 5, 10 y 15 pesetas y para la celebración del acto vendrán otros grupos escolares y autoridades municipales. Es una bonita forma de concienciar de la necesidad de mantener la naturaleza incluso dentro de las ciudades.
El amor al árbol no anda muy extendido y menos en Graná. Aquí parece que los odian y se han ensañao con ellos. Ya ha desaparecido la mejor parte de nuestra riqueza arbolífera: unas talas bárbaras que nos privan de ser la ciudad jardín que podríamos ser.
Han eliminado árboles de las calles, paseos, ¡hasta en los Bosques de la Alhambra han quitado árboles! ¡Qué una cosa es urbanizar pero otra es dejarnos sin árboles en la ciudad, entre pitos y flautas!
A mí me gustaría plantar un nogal. No sólo para que me diera nueces, que me encantan, sino porque es un árbol firme y fuerte que da sombra en verano, frutos en otoño y en el invierno deja pasar el calor del sol.
A Papa-Antonio, como buen ebanista, le gusta mucho la madera de nogal para hacer cómodas… pero eso sí, si yo algún día tengo mi nogal ¡que se olvide ni de mirarlo!
Aunque hay que ser justos, si bien el abuelo trabaja con la madera, también es cierto que es el primero que está animando a Adora para que participe plantando un árbol para fiesta.
No para de decirle lo importante que es el que hayan árboles para servicio de la Naturaleza y de la Humanidad pero como esta niña no quiere comprometerse nunca con ná, dice que ella no tiene tiempo de andar tutelando árboles, que luego hay que regarlo, vigilar que no tenga bichos, cuidar de que lleve un buen crecimiento…
¡Se vaya a quebrar la muchacha! ¡A veces es más floja que loh’muelleh’guita, chiquillo!