Querido Diario:
A Bautista, el de la Carrera del Darro, le robaron el otro día de su establecimiento 40 docenas de alpargatas. ¡No me digas tú el desbarajuste para el pobre hombre ahora! ¡Si es que no hay justicia!
Pues para más inritación, resulta que pillan a uno de Huértor con 15 pares de estas alpargatas y el detenido dijo que se las habían vendido tres vecinos de Granada, dos de ellos ya estaban retenidos en el calabozo por otros robos y el tercero es un soldado de no sé qué regimiento de Graná. ¡Pues estamos aviaos! ¡No te puhéh fiar de nadie!
¡Pero espérate, que aquí no acaban las chalaurah!
Anoche un enamorado, un ebanista que pretende a una joven que vive por calle Arandas, Niños Luchando, San Jerónimo o por ahí, total, que fue ayer a rondarle la calle, con tan mala fortuna que vio a tres muchachos cerca de la ventana de la moza y creyó que estaban pretendiendo a la amada de sus ensueños.
Ni corto ni perezoso, y sin encomendarse a Dios ni a nadie, sacó una pistola y se lio a tiros como un descosío. Pero con mala puntería, gracias a Dios, porque por suerte no hizo blanco en ninguno y, al menos, no acabó la cosa en tragedia, aunque sí con el aprendiz de Tenorio éste en el calabozo.
¡Mare mía, er tío’loco! ¡No me digas tú que eso es normal!