Querido Diario:
Hoy era el cumpleaños de mi tío Joaquín y mi padre se fue a saludar a su hermano con Adora y Carmelita, así que Madre y yo nos quedamos en casa dale que te pego a la aguja.
Mi padre tiene una pila de hermanos, están: Tito Joaquín, Tito Antonio, luego va mi padre, después Tita Angustias, Tito Paco, Tita Adora y Tita Antonia. Y mis abuelos Mama-Antonia y el otro Papa-Antonio. Toda la tropa Cuesta Medina. Muy cariñosos todos, la verdad.
Antes de que mi padre se casara, vivía con su familia por San José, en la placeta Cauchiles, pero cuando ya se casaron mis padres se fueron a vivir a la calle Elvira y de ahí a la cuesta Aceituneros, donde yo nací, luego, muy poquillo tiempo a la calle Candiota, después a Rodrigo del Campo, por el Mauror, de ahí, a Molino de la Corteza. Y ahora, en Calderería Nueva, llevamos un año.
¡Hemos dado ya más vueltas que un bulanico, chiquillo!
Pero así son las cosas, es lo que tiene vivir de alquiler y que la familia y sus necesidades vayan creciendo aunque aquí tiene pinta de que nos vamos a quedar todo el tiempo que podamos porque, así, el taller está bien ubicado para atender a la clientela a la que le trabajamos y, además, Madre y Tita Encarnita viven junticas, puerta con puerta, con Papa-Antonio en el piso de arriba.
Cada uno en su casa y Dios en la de tós. Como tiene que ser.
Hablando de alquileres… como no teníamos suficiente con la subida del pan y las papas, por lo visto muchos ya están aprovechando para subir los alquileres, haciendo de la vida, de la inmensa mayoría de los granadinos, un acto de supervivencia casi imposible.
¡Aquí el que no corre, vuela! To’er mundo apretando y los pobres cada vez más pobres. ¡Yo no sé dónde vamos a parar! Sin trabajo, sin comida, sin techo…
¿Soy la única que pienso que entre unos y otros estamos creando una situación imposible o qué?
Porque aquí no nos han dado por pegar petardazos como por ahí arriba, pero poco nos falta ya… A ver cómo salimos de esta… ¡No tié’ni chispa’gracia el asunto, oye!
María José 22 marzo 2020
Muchas gracias, Marga, por seguir contándonos cada día la vida y peripecias de Conchita, su familia, el barrio y la sociedad que le tocó vivir, máxime en estos días tan tristes y complejos.
Cuando abro el diario tengo la sensación
de estar escuchando una radio antigua.
Besos
MARGARITA MARIN 23 marzo 2020 — Autor de la entrada
Gracias, no sabes como me alegra de que te sirva de compañia en estos dias💖