Querido Diario:
Hoy, Viernes de Dolores, Santo y cumpleaños de nuestra nueva aprendiza. Y cuando fui, to’contenta, a felicitarle el día, me la encontré llorando en silencio en la cocina y me quedé to’chafá.
Al verme quiso secarse las lágrimas disimuladamente para que no me diera cuenta de su pena pero yo, lejos de respetar su disimulo le pregunté directamente que le pasaba.
En principio rehuyó de contármelo pero al final pude convencerla de que compartiera conmigo su pesar porque ya intuí lo que pasaba cuando la vi agarrarse la tripa instintivamente como si le doliese. Ángelica, si es que le había venido el mes por primera vez y no sabía lo que era eso.
Enseguida, la senté, le expliqué lo que era y le preparé una cocción de orégano y romero para el dolor, y mientras se la tomaba busqué a madre para que le preparara ya sus paños.
Claro, como tenía la endeblez que tenía, su cuerpo aún no había desarrollado y en cuanto ha empezado a comer mejor y a estar un poco más cuidada, se ha puesto más fuertecilla y… ¡zasca! Le vino.
El mismo día de su cumpleaños. Así es la Naturaleza. A veces caprichosa y a veces traumática, porque el sustazo que se ha llevado hoy la pobre por puro desconocimiento no valía la pena.
¡Era pa’verle loh’ojilloh de alivio cuando le he dicho que eso nos pasaba a todas cuando pasamos de niña a mujer! Bueno, de alivio al principio, porque cuando le he explicado que a partir de ahora esto va a ser todos los meses…
¡Mare mía, qué cara de susto! Ya se acostumbrará. Ángelica, mañana ya lo verá de otra forma. No queda otra.
Como siempre son estas cosas, que parecen “secretos a voces”, las niñas del taller se han percatado del asunto y todas, haciendo gala de su discreción, no han hecho comentario alguno pero han estado más pendientes y cariñosas con ella para cobijarla con sus cuidados:
– Dolores, siéntate aquí y me vas quitando el hilván de esto que ya barro yo hoy el taller que me duelen las piernas de estar sentada todo el día– ¡Qué bonica La Patro! La aprendiza que está con nosotras todo el año. Es muy graciosa pero muy buena. Es de esas personas que siempre ayudan sin que te des cuenta. Un primor.