Querido Diario:
Hoy se discute en el Congreso el anticipo reintegrable de la Prensa.
Y es que dicen que el encarecimiento y monopolio en la fabricación del papel es de una gravedad extrema. No sólo en España, en todas partes los gobiernos tratan de remediar esta crisis producida por la guerra y abaratar la materia prima de la industria periodística, que no sólo satisface necesidades de cultura y progreso de los pueblos, sino también espirituales.
Vamos, que no se puede permitir que un elemento auxiliar de la escuela, la universidad y la política como es el periodismo, esté a merced del negocio inmoderado que quiere imponer la industria papelera a nivel nacional y mundial por pura avaricia empresarial.
Así que hoy toca debatir si es posible o no estabilizar los precios; cuánto se va a alargar en el tiempo la devolución de ese anticipo, dentro de la ley, claro; y a cuánto habrá que vender cada ejemplar cuando esta ayuda ya no exista porque está claro que no se puede vender a 5 lo que cuesta más de 5.
¡Veremos a ver!
Dicen que en Italia están tratando de subir el precio de cada número a veinte céntimos desde 1º de Mayo. Espero que, si aquí también lo suben, Papa-Antonio no pierda su afición por seguir comprándolo a diario, ya le ayudaría yo de lo que me da Madre de jornal si hace falta.
¡Vamos, me quitan a mí el periódico y me quitan la vida!
Por otro lado, y por distraerme de esta desazón, cuenta hoy el periódico que en Verín, Orense, un alférez portugués desterrado por monárquico, requirió en amores a una linda muchacha y al encontrarla en unión de otro individuo, la “reconvino por su veleidad” (no me digas tú que no hay que ser requete-cursi pa’decir que se lo comieron los demonios al verla con otro por puro capricho).
Total, que aunque su acompañante trató de defenderla, el portugués con su revólver en mano disparó hiriendo a la moza, y creyéndola muerta, se suicidó volándose la cabeza acto seguido.
¡Menudo folletín! Puestos a hacer el tonto, ya podría haberse dado el tiro antes y ahorrarse una bala porque en realidad sólo la hirió en el brazo y al final, aun disparando pa’lante, le salió por la culata la jugada.
Ná, está claro que ese hombre no le convenía a la muchacha, a ver si le va mejor con el nuevo novio…