DIARIO DE UNA ALBAYZINERA 1920

Ciber-novela por entregas en formato de Diario

18 abril de 1920, domingo

Narrado por la autora
MaRGaRiTa MaRíN


Querido Diario:

Bueno, pues hoy  viene en el periódico que el Sr. Navarro Serranos (romanista) ha hecho una propuesta muy interesante a la Comisión de Abastos. ¡Ojalá la tengan en consideración y puedan llevarla a cabo!

Consistiría en crear, en una de las naves de la Alhóndiga, un almacén o depósito de artículos de primera necesidad para venderlos al detall, donde se asegure el peso exacto, al mismo precio de costo y así, además de abaratar los precios y hacerlos más asequibles a las clases más desfavorecidas, obligarían a los demás comerciantes a no poder subir los precios como les venga en gana aprovechando la ocasión.

El capital necesario se reuniría por suscripción entre los mayores contribuyentes, bancos, sociedades, diputados y concejales, y el Ayuntamiento se lo devolvería en no más de cinco años a un 4% de interés, e invitando a los mayores contribuyentes a que proporcionen de sus fincas los productos más indispensables en condiciones ventajosas.

Y como los productos, así, estarían exentos de impuestos de Consumo y arbitrios municipales, y el alumbrado y gastos correrían a cargo del Ayuntamiento, las mercancías podrían ajustarse más los gastos de una familia al jornal medio del obrero en Granada.

¡Dios lo quiera que se pueda llevar a cabo porque se les va a acabar el chicoleo a muchos!

¡Que no hay más que canallas, chiquillo!

Por otro lado, al salir de misa, en el paseo que hacemos todos después en familia por Plaza Nueva y Carrera del Darro, nos hemos encontrado con una de las clientas de Madre que le ha estado contando por lo bajini mientras caminaban los que al parecer son los verdaderos motivos del crimen de Dña. Carlota, y yo disimuladamente he intentado pegar la oreja a ver qué contaba.

¡Mare mía, yo no sé si me he enterado bien pero qué cosas!

Al parecer Dña. Carlota tenía un hijo ilegítimo cuyo padre era un reconocido abogado que terminó yéndose a Barcelona a vivir y dónde murió hace poco. Y ese hijo nacido del adulterio fue adoptado por su nodriza y su marido que les dieron sus apellidos.

Total, que el hijo estaba obsesionado con ir a Barcelona a reclamarle al supuesto padre dinero y como el padre murió sin que él pudiera llevar a cabo su objetivo, fue en busca de la madre, Dña. Carlota, a que le diera lo que le pedía y al negarse ésta, ¡Zasca! ¡La mató!

¡Ver para creer! ¡Cómo está el patio, mare mía!

La última vez que pego la oreja. Ahora estoy que no me lo puedo quitar de la cabeza. A lo de “ver, oír y callar” que tanto me dice Madre cuando hablan los mayores, a veces yo le quitaría lo de “oír” porque ¡vaya tela!

A ver quién duerme hoy con este runrún

¡Qué vidas, mare!

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