Querido Diario:
Vaya jaleillo vamos teniendo ya en el taller con los vestidos pa’l Corpus, ya empiezan a haber encargos pero esta vez a mí no me pilla el toro. Ya le he empezado el vestidillo que le quería hacer a Carmelita, al final, en rosa palo, y para mí me estoy haciendo uno celeste, de cuello de barca, con unas mangas cortas de volante, abiertas al hombro y falda, de media capa con bodoques.
Me lo cortó Madre hace ya, y ya lo tengo hilvanao y entallao. Ahora La Sole me lo coserá en la máquina en cuanto tenga un rato y yo ya le hago los falsos, dobladillos y ojales, poquito a poco, a mano. El de Carmelita ya me lo tiene cosido, así que, mientras encuentra momento para coserme el mío, sigo terminando los remates del otro.
Dolores, perdón, Loli, que todavía me cuesta llamarla así, ya ha empezado su muestrario de bordado y lo hace muy bien, la verdad. ¡Tiene un garbo la chiquilla para la tarea! de aquí a ná la veo echándonos una mano en el taller. Bueno, ya nos la echa quitando hilvanes cuando no está con las faenas de la casa, pero me refiero cosiendo, que pronto podría ya ponerse a pasar hilván, que le da arte a la aguja.
Vale mucho esta chiquilla, qué lástima cuantos talentos estarán ocultos entre las miserias de vida de tanta mujeres… y de hombres también, claro, cuántos no habrán que sean apañaos y que no puedan mostrar sus habilidades porque no se les da ni la oportunidad, a veces, ni de aprender.
En esta vida lo de prosperar a veces no es solo el valer pa’algo, sino también la suerte de con quien uno se encuentra en el camino.
Bueno, a ver si termina su muestrario que estoy deseando enseñarle ya a bordar letras. De momento estamos con las vainicas, que tiene su tarea.
Isabel 20 abril 2020
Yo tengo un muestrario muy parecido
MARGARITA MARIN 22 abril 2020 — Autor de la entrada
Yo también tuve que hacer alguno muy parecido para el colegio siendo muy chiquitica, por supuesto la propia Conchita se prestó a dirigirme la labor con paciencia y recuerdo que se moría de la risa de mi falta de «garbo para coger la aguja» y mi lucha psicomotriz para empujarla con el dedal… pero ¡lo conseguí! jejeje