Querido Diario:
Al salir a por los mandaos del taller, por Mesones, me encontré a Manolín que decía que venía de hablar con D. José, que ya va a empezar a trabajar en la Farmacia la semana que viene, que necesitará un bata a su medida y que venía pensando que yo se la podría hacer, que él me la paga.
Pero le he dicho que no, que si se espera a que pase el Corpus, él me compra la tela y yo se la coso en mis ratos libres si me promete de corazón que se va a aplicar en su puesto y en aprender todo lo que pueda de D. José.
–¡Ni mucho menos!– me ha dicho, todo digno – Esto es un encargo de profesional a profesional. Y D. José me ha dicho que como es parte del uniforme necesario, el gasto correría a cuenta de la empresa. De momento, para poder empezar ya este lunes, me ha dado una de las que tiene por allí pero aunque pequeña me queda muy grande y farfollua y tengo que arremangármela por tos’laos.
–Pues traétela al taller y te la gobierno a tu medía mientras te hacemos una nueva. Aunque creo yo que te harán falta lo menos dos para que tengas de quita y pon… Que mantener la presencia y la limpieza es muy importante en una botica.
Y sobre la marcha me la ha dado:
–Llevatela tú ya y esta tarde me paso a que me cojas las hechuras.
¡Cómo no tengo tarea ya ultimando encargos pa’l Corpus! En fin, habrá que echar más horas. Pero porque es el amigo de mi primo, si no, no le cogía yo encargo alguno hasta el 14 del mes que viene…
Así que esta tarde ha venido, se la ha probado, le he cogido los alfileres para dejarla a su medida bajo la supervisión de Madre, y siguiendo sus directrices porque, aunque lo he visto hacer millones de veces, es la primera vez que lo hacía y Madre tenía especial interés en que aprovechando el encargo de Manolín desarrolle yo todas las tareas necesarias para que aprenda más cosas del oficio aunque ella me tenga que ir dirigiendo el trabajo.
Así que voy a tener que hacer tareas de aprendiza, de oficiala y hasta de maestra con la batica del niño. Ya la tengo desarmá e hilvaná de forma que voy a intentar no cortar mucha tela de la que sobra porque como está creciendo, seguro que habrá que apañársela de nuevo en breve y habrá que sacarle de las costuras y del falso. Pero tampoco le puedo dejar las costuras demasiado anchas porque si no al moverse le harán bultos indeseados en el talle…
No te cuento la de vueltas que le he dado a la cabeza para resolver la bata sin desperdiciar ni mititica’tela.
A las mangas, en vez de cortalas, les voy a hacer unas alforcillas pa’dentro, para no perder largo de tela en la manga y para que luego sea fácil volvérsela a gobernar en cuanto le crezca el brazo.
Pa’l talle, además de meterle unas costuras anchicas, le cogeré un fuelle atrás, en principio cosido casi hasta la cintura, un poco más abajo de la media espalda, y que ya iremos soltando conforme vaya cogiendo anchuras, y así no malgastar tanta tela hacia las costuras de los lados, que me tiene preocupá el que no quede bien ahí tanta tela metía.
Y del falso intentaré salvar todo lo que pueda también pero, como le sobra mucho, le voy a quitar un redondel de dos dedos para hacerle una trabilla doble atrás con botones que le recoja el rizo del fuelle para que le quede más garbosa una vez puesta y pueda ir dándole anchura al cuerpo cambiando los botones de ojales conforme le vaya haciendo falta.
De momento, Madre ya me ha dado su visto bueno a la tarea de hoy, y mañana por la tarde antes de ir al trabajo se pasará Manolín a probársela otra vez por si hay que corregirle algún hilván, pero tengo ya los ojos que me echan chiribitas de tanto descoser y coser esta tarde. +
Si es que para coser bien hay que hacerlo con la luz del día, esto no son maneras… pero claro el chiquillo también viene cuando puede…