MaRGaRiTa MaRíN
Querido Diario:
Se acabó la fiesta. Vuelta a la cotidianidad. Nos hemos pasado la mañana limpiando a fondo, recogiendo y reorganizando el taller para enfrentarnos a la temporada de verano con orden y limpieza. Ritual imprescindible que acostumbra Madre que dice que la limpieza del cambio de temporada ayuda a limpiar también las tonterías de la cabeza.
Pocos encargos habrá esta semana, es día de recoger las casas: quitar adornos y mantones de los balcones…
Pues, hablando de balcones, el segundo premio de balcones se lo llevó un vecino de mi calle, Miguel Puche, 25 Peseticas que seguro agradece entren en casa. Casi todos los premios fueron por la parte de arriba, la verdad es que había patios que eran espectaculares, como el del Yudes del Horno del Moral (nº6) que se llevó el primer premio y bien merecido que estaba.
Hoy todos comentan el éxito de estas fiestas albaicineras y algunos se atreven incluso a asegurar que han sido lo mejor de lo mejor en el programa. La verdad es que la artística participación vecinal y la abundante afluencia de público, nos regalaron un día de fiesta intenso. Lleno de arte y belleza y, sobre todo, agradable y divertido.
Eso sí, hoy estoy hecha fosfatina, me duelen hasta las pestañas, me muero de sueño y no tengo gábilos ya pa’na más por hoy. Así que «Buenas Noches», me voy pa’l catre.
