Querido Diario:
Ya han salido los Exploradores de Granada para Madrid para unificarse todos los exploradores de España y hacer un campamento preparatorio de doce días antes de partir a Londres. A donde irán el día 21 y se reunirán 29 nacionalidades distintas de exploradores.
Dice Manolín que el Jefe de Tropa les pasó revista antes de salir en el tren a Madrid para que no les faltara ni un detalle en su equipo.
En principio esta reunión es para celebrar el Día de la Paz y para estrechar los lazos comerciales entre todas las naciones y para ello, los exploradores llevarán y presentarán productos de su nación.
¡Qué cosas! ¡Cuidao con los inventos!
Me ha contado Manolín que de aquí de Granada, van ocho jóvenes acompañados de varios miembros del Consejo de Exploradores y que llevan para mostrar bordados, cerámica, incrustaciones, pintura, escultura y alguna muestra agrícola también.
Pero, en concreto, lo que más me ha llamado la atención, y me ha dejado sin respiración, es que le llevan un sillón de estilo granadino del taller del Sr. Villuendas para dárselo al Rey Jorge y una mesita joyero del mismo estilo para la Reina. A lo que yo exclamé:
– ¡Mare mía, espero que no tengan que meter todo eso en la mochila! ¡Menudo viaje con tanto trasto!. A ver si va a ser verdad eso que le canta la gente:
“Exploradores niños mocosos,
que con el palo bailan el oso.
Con la mochila y el correaje
parecen burros que van de viaje…”
–Mu’graciosilla tú ¿no?– Me dice. Y continua la canción intentando simular la voz de una niña como queriéndome hacer burla–
“Tiene mi novio una manía,
y esa manía no es de ahora.
Se le ha metido en la cabeza,
que yo me vista de exploradora.
Con una falda color de caqui,
así cortita a la rodilla.
El sinvergüenza de mi novio,
sólo por verme las pantorillas.”
¡La mae que lo parió! ¡Si es que se lo he dejao en bandeja!
¡Como un tomate me he puesto! Pero no podía parar de reír viéndolo gesticular la letra y haciendo las veces de castrati…
¡Qué tío! ¡Si no canta revienta! Está visto que no hay que provocarlo mucho…
¡Ay, este Manolo! ¡No tié’arreglo!
¡Ojalá, no pierda nunca ese humor!