Querido Diario:
Pues otro atropello en Puerta Real hoy.
Si es que van como locos los automovilistas, cada uno a su aire, sin orden ni concierto, y sobre todo sin vigilancia alguna por parte de los guardias. Ya lo han dicho varias veces en el periódico, que para esto de los coches en la ciudad hay que poner unas normas estrictas y hacerlas cumplir, pero ¡como quien oye llover, oye!
Como si tener posibles para comprarte un coche fuera tener permiso para ir haciendo el farfollah llevándote por delante to’lo que pilles. ¡Anda que no se ve gente que, paseando tranquilamente, de pronto anda dando saltos para no ser arrollados!
¡Maldito invento del Diablo!
¡No me digas tú! ¡Si es que no hay consideración alguna con los ciudadanos de a pie! que no digo yo que, a lo mejor, el hombre se confió y se cruzó sin precaución alguna, pero es que no puede ser tanto disparate ya sin gobernar.
¡Venga, hombre, ya!
Pero… ¿qué puñetas (con perdón) nos pasa? Esta vez ha sido sólo un golpe en la cabeza pero ¿y si lo mata? ¿Nadie piensa que esa persona puede tener una familia que sufre su pérdida? Más todas las desgracias que puede provocar una muerte de estas. Imagínate: ¿y si el muerto es el que lleva la comida a la casa dejando viuda e hijos sin medio de subsistencia? ¡No te cuento el drama!
¡Es que, vamos, es una detrás de otra, y ya cansa tanto dislate!
Como bien decía mi maestra de la escuela, Doña Fé, parece que las cabezas las tuviéramos de adorno, mare mía…
¡Pues menos sombreros y más luces, caramba! Que entre pitos y flautas vamos a morir de puro desvarío, unos por unas cosas, otros por otras, pero unos lilas todos.
¡Gilones perdíos, vamos!
Antonio 21 agosto 2020
Si nuestra albaycinera hubiera llegado a ver el problemon que tenemos hoy en día con la polución de los coches, la que hubiera liado….
MARGARITA MARIN 22 agosto 2020 — Autor de la entrada
¡Ya te digo!
Manuel Beltran III 23 agosto 2020
El atropello en cuestión, sería un caso puntual, porque no me puedo imaginar que cantidad de coches habría en 1920, ya que allá por los finales de los 40 y mediados los 50, los alumnos del Instituto Padre Suarez, ademas de en el patio, solíamos jugar al futbol, a la pelota, que se decía antes, en plena Gran vía de Colon. Cuando se acercaba un tranvía o un coche del punto, que eran prácticamente los que circulaban, se daba la voz de alarma, nos apartábamos y cuando pasaban reanudábamos el partido y listo. Lo que nos da idea de la «densidad de tráfico» existente.
Por lo demás, mi motocicleta, matriculada en 1953, tenia la matricula GR-5028, para toda la provincia y para coches y motos, así que ….
MARGARITA MARIN 24 agosto 2020 — Autor de la entrada
jejeje, hay incluso documentos de los vecinos de Carrera del Darro quejándose de esto al Ayuntamiento. El problema no era tanto la cantidad de coches, sino que no estaba regulado, las calzadas y aceras no estaban preparadas (después vinieron obras de ensanche en Reyes Catolicos) para la movilidad que existia de peatones y la gente no tenía costumbre de convivir con los coches, con lo que «se juntaban el hambre con las ganas de comer». Pero habían bastantes atropellos de coches y de tranvías (casi todos los meses aparece alguna noticia al respecto). Evidentemente si hubieran visto lo que hay ahora de parque automovilístico ¡¡se volvían locos!! En unos días Conchita nos va a contar más sobre estos proyectos de ensanche y su por qué.