Querido Diario:
Cierto es que circular por la calle Reyes, entre Puerta Real y la plaza Cánovas del Castillo (plaza del Carmen) es ya casi imposible sin ser arrollado con tanto tráfico rodado, y es que ese tramo es una especie de cuello de botella sin posibilidad de ensanche que dificulta aún más el tránsito, con la añadidura del crecimiento de una población cada vez mayor y el movimiento que se genera en esta principal arteria de Granada.
Por esta razón, la sociedad Unión Patronal de Artes e Industrias ha presentado una solicitud pidiendo al Ayuntamiento que ejecute con la mayor brevedad la expropiación forzosa de la zona edificada que comprende la acera derecha subiendo de la calle Reyes Católicos, calle Cobas, hasta la calle Escudo del Carmen, con la línea que tienen los números pares, o sea, la última línea concedida al edificio que hoy es la dependencia de una compañía de electricidad.
Afirman que estas reformas convertirán a la plaza del Carmen, en toda su amplitud hasta el embovedado, en una especie de Puerta del Sol de la ciudad que sería la admiración de propios y extraños. Un proyecto que le produciría a Granada una hermosa transformación.
De primeras, al presentarlo, el consistorio no hizo más que buscarle pegas, no sé bien si porque los granaínos, de arranque, somos siempre así de malasombras, si porque hay pocas ganas de trabajar o porque realmente sea inviable: que si el Ayuntamiento no tiene dinero para eso, que si eso dejaría más al descubierto a la Manigua y sus inmundicias…
Hay que reconocer que un proyecto así es lo suficientemente grande y ambicioso como para pensárselo antes de tomar ninguna determinación porque requiere una gran voluntad y enorme esfuerzo.
¡No es moco de pavo el asunto!
Y difícilmente un alcalde va a querer meterse en proyectos que no va a ver culminados bajo su mandato. Aunque el Sr. Ortega Molina dice estar a favor porque lo relaciona con el estudio que ya le pidió a los arquitectos el pasado febrero para el ensanche de la calle Reyes Católicos, siendo expropiadas sólo las casas de la acera de la derecha.
A lo que añade, que su gran aspiración sería dejar la Alcaldía habiendo dado los primeros picotazos de grandes obras; y que también ha pedido un estudio para la ampliación del Embovedado por la Acera del Darro hasta el Salón pasando por el Humilladero y siguiendo al Camino de Ronda.
Unos, lo ven como una necesidad importante para la movilidad en la ciudad, otros, como un atractivo estético para los turistas y otros, como un foco de creación de trabajo tan preciso como el comer. Así que son muchos los granadinos que ven con buenos ojos emprender cuanto antes esta clase de proyectos de carácter magnífico.
Algunos propietarios pudientes, hace poco, han expresado que están por la labor de hacer obras de construcción en los solares que aún quedan por edificar en la Gran Vía. Más todas esas obras de saneamientos, reformas y derribos que están pendientes de realizar con el dinerillo que nos acaba de conceder el Gobierno en sus presupuestos.
A todo esto habría que sumarle el proyecto de derribar ese foco de infección y miseria que es la Manigua que, además de ser una vergüenza tener eso en pleno centro de la ciudad, es un serio peligro de salud pública.
Pero si es con esto, que se supone está claro’clarísimo, y el Ayuntamiento no hace más que dilatar el proceso, creando problemas a los propietarios de solares y edificios, adoptando criterios absurdos, prolongando las soluciones, etcétera, etcétera, etcétera, en resumen, no haciendo nada práctico como viene siendo costumbre… ¡Como para atosigarlos con más cosas!
¡Vaya que se quiebren! A lo mejor pa’l siglo que viene arreglan algo…
Disponemos de una aportación extraordinaria del Gobierno y entre los inversores parece que hay ganas de emprender. Las necesidades apremian como nunca pero no se ve que el Consistorio se vaya a dar una bulla, como siempre.
Veremos a ver…
Antonio 25 agosto 2020
Un bonito capítulo el de hoy, asistiendo a la transformación para dar lugar a la Granada que todos conocemos hoy en día. Por cierto hoy he subido a la Alhambra, hacia ¡cinco meses!, que no subía por culpa del virus y a la vuelta bajando por Gomerez me dejado caer por la placeta de la Miga, para callejeando salir por Almanzora baja al Pilar del Toro, un paseo precioso recordando lo que nos contaba nuestra albaycinera sobre las servidumbres de paso el otro día.
MARGARITA MARIN 26 agosto 2020 — Autor de la entrada
¡Que bueno! pero de lo que nos habla Conchita es del CALLEJON DE LA MIGA. Un callejoncillo en un rinconcillo al lado de los Hospitalicos, a la izquierda del Bar Boabdil. Y cuando habla del Pilar del Toro se refiere a cuando estaba ubicado en calle Elvira, al comienzo de la Calderería. Aunque al contar tú esto resulta curiosísimo como todas esas referencias parecen se hubieran trasladado a la Churra. Gracias por tu observación.
PacoJulio Jr 26 agosto 2020
Con esta y otras entradas del diario que tratan del urbanismo me has traído a la memoria “Granada la bella” de Ganivet, y en especial el capítulo de “No hay que ensancharse” . Recuerdo aquel verano en que fui a las 5 de la tarde a comprarme el “Beatles for sale” a una tienda de discos cerca del Zacatín. Volví a Ánimas por Reyes Católicos. Aún hoy sigue el disco ondulado por efecto de la calor 🥵
MARGARITA MARIN 27 agosto 2020 — Autor de la entrada
Jajaja ¡¡Menuda reliquia!! ¿y se escucha el disco?