27 AGOSTO DE 1920, VIERNES

Querido Diario:

Hoy había reparto de aceite de tasa, a 0,45 Pesetas el litro, en la plaza de la Pescadería, en Trinidad, Albayzín, San Antón y Baratillos. Lo máximo que se podía comprar era un litro y era imprescindible llevar el bono que previamente se había de recoger, en el Negociado de Subsistencias del Ayuntamiento, en estos días previos al reparto.

Normalmente el aceite lo compramos por vasos. Vamos con nuestro vasico a la tienda, nos lo llenan y pa’casa directos con cuidaíco de no derramar ni gota. Pero, con esta oportunidad, se hace preciso comprar lo que se pueda y te dejen, porque el ahorro es considerable y como el límite es de un litro, tampoco es que tiempo a que se enrancie.

Fuimos Papa-Antonio, el primo Paquito y yo para traernos nuestro litrico por familia y allí nos encontramos con todo el Albayzín, Sacromonte y Fargue juntos.

¡No te cuento las colas que había! ¡To’la mañana echáh por alto!

En fin, como fuimos muy temprano pudimos llegar a conseguir el aceite. Bien está lo que bien acaba, pero qué poco me gustan estas cosas… Entre la espera y la miseria y desesperación que se ve entre las gentes, vuelve una con el alma herida de muerte.

39.000 litros se han repartido por toda la ciudad y han sido totalmente insuficientes, así que el alcalde ha mandado un telegrama al comisario general de Subsistencias pidiéndole 100.000 litros más.

¡Ojalá se los adjudiquen! ¡Que somos muchos en Graná pa’tan poco aceite!

Con lo que han repartido no llegamos ni a un vaso por habitante. Y por supuesto no ha llegado para todos…