Querido Diario:
Hoy, son las fiestas en el barrio de Gracia en honor a la Virgen.
A las once fue la función religiosa que anualmente le dedica a la Virgen de Gracia la Excelentísima Real Maestranza de Caballería de esta ciudad, en la iglesia de la Universidad Pontificia de San Cecilio (plaza Gracia); a las cinco había cucañas y carreras de sacos pa’los chaveas pero no hemos ido porque ha llovido un poco, aunque cesó enseguida; Y a las nueve velada musical, con artística y bonita iluminación, a cargo de la banda municipal y en la que se quemarán varios juegos de pirotecnia, para cerrar la noche corriendo una traca.
Así que ahora nos vamos toda la tropa ya para la velada: Papa-Antonio, mis padres, mis hermanas, las niñas del taller, la comadre, mis vecinas, mis tíos, mis primos… incluso Manolín también se viene con nosotros. Ya me ha recitado los versillos de rigor este mediodía cuando ha pasado por ca’l primo pa’quedar con él pa’esta noche:
“De las ferias que Granada
que en sus barrios organiza
cual la de Gracia que hechiza
ninguna puede igualar.
Por su sitio, su alegría,
su animación, sus placeres,
por sus lindas mujeres
de belleza singular.
De su grande animación
que no decae un instante,
dan la nota más brillante
las muchachas al pasar.
Quien las ve queda prendado
de sus negros ojos bellos
que de amor lanzan destellos
y que matan al mirar (…)”
(Autor: Gabriel Galdó, publicado en El Defensor de Granada 8-9-1920, pág 1)
¡Menúo perlas este Manolín! Yo no sé de dónde saca el joío tanto verso, tanta coplilla y tanta memoria…
Total, que no necesitamos que vaya mucha o poca gente esta noche porque además de que estaremos la mar de distraídos con las ocurrencias de algunillo que yo me sé, vamos tantos desde mi casa que ya llenamos nosotros solos media plaza.
¡Mare mía qué despliegue!