Querido Diario:
En Asquerosa (ahora llamada Valderrubio, a partir de 1943), un pueblecito que hay al lao de Pinos Puente, el primer pueblo español donde se cultivó el tabaco rubio traído de América y cuyo peculiar nombre nada tiene que ver con el original que le dieron los romanos: Aqua Rosae, “Agua de Rosas” pero como aquí nuestra “indio-sin-GRACIA” (indiosincrasia) es como es, la evolución por el uso popular del nombre no pudo ser con más malafolláh…
¡Porque no me digas tú en lo que se les queda el gentilicio a los pobres lugareños!
Bueno, a lo que íbamos, en Aquerosa son ya conocidos los continuos abusos que ejerce el alcalde contra los obreros de esta localidad con el objeto de deshacer esta sociedad, pero esta vez es que ya se ha pasado de castaño oscuro.
Resulta que mandó una nota al periódico solicitando un par de Guardias Civiles «en prevención de los desórdenes que cada año se dan entorno a la procesión» (para empezar es mentira porque en los años anteriores nunca pasó nada).
Nota que causó mu’mala impresión en el pueblo porque no entendían por qué decía aquello cuando no era cierto. Y no le vieron la doble intención hasta que el mismo día 8, al terminar la procesión fueron lanzadas unas piedras sobre ella, contusionando e hiriendo a algunos acompañantes.
Los guardias salieron tras los instigadores sin mucho ánimo de atraparlos, vamos, que no los cogieron, y acto seguido, el alcalde quería hacer responsable por tripillas a esta sociedad obrera, los cuales fueron llamados a declarar y pudieron probar su inocencia, quedando medio claro que todo fue un plan caciquil urdido por el propio alcalde.
Anda que…
Y lo peor es que ya, no sólo los obreros, sino los propios patronos, ven con disgusto que su primera autoridad los haya puesto en ridículo empleando procedimientos tan faltos de lógica y moral.
Así que se ha llenao de Gloria er’tío en su pueblo (¿Aeh?)
¡Este sí que es un “asqueroso”!