MaRGaRiTa MaRíN
Querido Diario:
Sobre las nueve de la mañana nos fuimos a ver la carrera de bicicletas del Club Ciclista en el Salón (un desastre) que duraba hasta las tres. Hora en que se iba a celebrar una fiesta de aviación popular de la mano y destreza del gran piloto Alberto Bayo, en la que se ejecutarían arriesgados vuelos acrobáticos en biplano sobre Granada, para que todos los granadinos pudiéramos disfrutar del espectáculo aviador que la gran mayoría, claro, no pudo ver ante’ayéh en Los Llanos. No sé por qué pero al final no pudo ser.
También se anunció en el periódico la oportunidad de poder volar sobre Granada durante estos días (18-20), a modo privado, en este biplano, de la mano de tan afamado piloto, por el módico precio de 50 pesetas…
Ná, dos semanas de jornal pa’un rato, “peccata minuta”.
Digo, ¡Será por dinero!…
Pero, no todo fueron malas noticias aviadoras, el piloto acrobático, Sr. Bayo, al parecer ha devuelto su cheque de seis mil pesetas que serán convertidas en limosna de pan una vez se descuenten los gastos que se produjeron en el Hipódromo para la organización de este festival.
¡Vaya fracaso de programa y de fiestas! En fin…
Después a las cuatro de la tarde hubo concierto de bandas, la del Regimiento de Córdoba y la Municipal unidas, y asistieron a este festival, invitados por la Asociación de la Prensa, todos los niños de las escuelas públicas, Ave María y Hospicio.
Ya para esta noche se reparte más la cosa por la ciudad, con una velada en la Carrera (Genil), fiesta típica en el Albayzín y cine público en el Embovedado.
Nosotros nos vamos a nuestro Albayzín toda la troupe que hemos quedado allí también para vernos con los amigos de mi primo, Manolín incluido, que desde que me dijo lo de «preciosa y única» comiendo pipas, no me ha vuelto a decir ni «que bonitos ojos tienes debajo de esas dos cejas».
Vamos, que si lo he visto ha sido sólo de paso, tampoco tiene que estar ahora piropeándome er chiquillo to’er día. Ni a mí me gustaría, tampoco, ¡qué barbaridad!
¡Quita, quita, quita! ¡Déhate de historias! que luego ya se sabe, te pasa como en la fábula:
«Jarabe de pico
mucho y zorrico»
(Interpretación libre del popular «Jarabe de pico a muchos hizo rico»)
¡Te quieres callar! Ni loca, vamos.
¡Ni lo-ca!
