Querido Diario:
El próximo día 30 acaba ya el plazo de matrícula en la Facultad de Ciencias de la Universidad (Libre) del Sacromonte (Insigne Colegio-Seminario) para las carreras de Medicina y Farmacia.
Precisamente el otro día comentaban en el periódico qué cómo era posible que una ciudad universitaria como Granada con unas facultades de ciencias del prestigio que tiene, sobre todo en Medicina, no se implicaran más en la lucha contra el tifus con su alumnado.
A la conclusión que llegaban era, poco más o menos, que los profesores andaban más preocupados de sus cátedras y sus carreras como docentes que por el ejercicio de la verdadera Medicina que es el de curar y salvar vidas.
Eso tiene un nombre, pero no me acuerdo cómo era…
¡Ah, ya! Afán de notoriedad.
Pues eso, que la universidad está llena de docentes con tanto afán de notoriedad que olvidan su vocación y la verdadera finalidad de lo que deben predicar en sus enseñanzas que no es más que prevenir y curar enfermedades y heridas, conservar la salud y apaciguar el dolor.
La verdad es que a mí la Medicina me gusta mucho aunque sea una carrera de hombres. Siempre estoy pendiente de las enfermedades y sus síntomas, de los remedios que van saliendo, aprendo todo lo que voy escuchando y leyendo, por eso me gusta tanto charlar con Manolín de la botica y aprender los avíos que hacen mis parientas con yerbas…
-La “Doctora Liendres”– me llama Adora –“que de todo sabe y de nada entiende”…
¡Ojalá, hubiera podido seguir en la escuela como ella!
Me da mucho coraje que me lo diga pero hago lo que buenamente puedo entre pespunte y pespunte…
Además, ya lo dice madre:
-Quien da lo que tiene no está obligado a más…