MaRGaRiTa MaRíN
Querido Diario:
Bueno, hoy tampoco quiero hablar del pan pero hablo, no me queda otro remedio: Las huelgas, el trigo, la harina… ¡El Caos!
Dicen que el alcalde se encuentra ya abrumado con tanto trajín. El pobre no para de reunirse con unos y otros, intentando buscar una solución a los conflictos que generan cada una de las partes, procurando mediar entre ellos, pero es que tiene tela marinera el tema.
Por un lado, recolectando lo que les van entregando los tenedores de trigo a cuentagotas, 30.000 kg de aquí, 20.000 de allí, algunos de mil y pico…
¡Que no es tan fácil que logre las 180.000 fanegas que quiere! Para esto es necesario que los poseedores de trigo mantengan sin vender las demás cantidades de trigo que harían falta hasta la próxima cosecha…
Veremos a ver, veremos a ver…
Por otro lado, los patrones panaderos se reunieron anteayer con el alcalde para comunicarle hasta dónde pueden llegar con respecto a las reivindicaciones que los obreros exigen. Tres son básicamente las propuestas y van en función de la importancia de la fábrica:
Una, la de los fabricantes de más importancia, que dicen que teniendo en cuenta los aumentos de los alquileres, contribución, gastos de leña, etc… si se les concede a los obreros una subida del 30% de su salario, no se podría vender el pan al precio que se hace ahora y supondría un aumento de 3 céntimos el kilo.
Otra proposición, la de los que ellos mismos fabrican el pan valiéndose también de ayudantes, dicen que para aumentar un 60% el jornal habría que subir la hogaza a 5 céntimos.
Y la tercera, la de los más pequeños, que para mantener el pan a 75 céntimos el kilo no podrían aumentar más de un 30% el jornal.
En principio el hombre se ha quedado muy contento con la proposiciones de la Unión Patronal pero ahora le toca al alcalde hablar con los obreros a ver si aceptan estás propuestas que ya presentaron ayer los oficios anunciando la huelga. Ayer por la tarde se reunía con ellos.
A ver en qué queda la cosa.
En fin, de momento, los únicos que están cumpliendo sin dar mucho ruido son los fabricantes de harina, Sr. Bandrés y Sr. Conde, que tal como se comprometieron el otro día, van moliendo esas 600 fanegas diarias de lo que les va llegando.
Yo no digo ná pero si con pan y vino se anda el camino, como no arreglen esto pronto, nos vamos a tener que echar tós a la bebía pa’seguir caminando…
