Querido Diario:
“Ojo por ojo” y acabamos todos ciegos.
Cuenta el periódico que en Madrid un esquirol fue gravemente herido tras un encontronazo durante la última huelga de panaderos. Y el herido, una vez restablecido, se fue en busca de su agresor con una pistola y le soltó no sé cuántos tiros en el pecho y la espalda, atravesándole el pulmón y dejándolo vivo pero en estado gravísimo.
Obviamente, fue detenido y ya está en la cárcel pero, chiquillo, con tanto pistolerismo, matonismo, caciquismo, anarquismo, y la madre que parió a tós (con perdón) ¡no va a quedar títere con cabeza! ¡Qué cansinos!
–No ahorcaran a unos con las tripas de los otros…- exclamó La Sole cuando se lo conté.
–¡Sole!– le regañé- ¡Pues sabes tú que lo has terminao de arreglar!
–Si es que cuando me caliento me sale el esparto que llevo dentro, señorita Conchita…
–Pues aquí trabajas con rasos y finas telas, así que más mesura que como te oiga mi madre ¡pa’qué queremos más!– A Sole hay que pararla de vez en cuando porque cuando se lanza…
Pero hay que reconocer que tiene unas ocurrencias de lo más sorprendentes. Y tan graciosas que no queda otra que reír con ella.
En el trato con las clientas, la verdad, sabe comportarse perfectamente, tanto que parece fuera una profesional de la moda de París, con una finura y una exquisitez… Pero en las distancias cortas, cuando se relaja y deja llevar por su espontaneidad, es de lo más vasto que te puedas echar a la cara.
En fin… Genio y figura. Tampoco la cambiaría por nadie. Es muy buena trabajadora, dispuesta como ninguna y buena gente pa’reventáh.
¡Un Sole-te!
Ayer con la lluvia hubo un derrumbamiento de una de las paredes del patio de la cárcel de mujeres y niños, en el antiguo Arresto de la calle Molinos. Vamos, un milagro que no aplastara a alguno de los niños allí recluidos. Pues como no remedien pronto, o apuntalen manque sea, se terminará de caer en breve porque se ha quedado al descubierto una cornisa del tejado que amenaza con hundirse.
Veremos a ver que no nos llevemos un disgusto hoy o mañana…