Querido Diario:
El Aljibe de San Nicolás sigue en seco. Desde luego tienen un alma… ¿Pero dónde están los cañeros? ¡Qué el agüica a es algo muy necesario! Anda que…
Pero claro ¿qué se puede esperar cuando hasta el Gobierno acaba de publicar una Real Orden para cantarle las cuarenta a las obras de la Alhambra? ¡Qué vergüenza!
No damos una, chiquillo.
Pues nos llaman al orden con el tema de las obras de la Alhambra, la joya más preciada de Granada, porque en los Presupuestos Generales del Estado de 1918 se incluyó una partida para el famoso Palacio aprobada por el Consejo de Ministros de casi medio millón de pesetas (438.324,27 Ptas) para la realización inmediata de aquellas obras impuestas por necesidades del momento y como no se hizo la gestión para pedir los fondos relativos a los proyectos aprobados quedó invalidado el libramiento de este dinero.
Dispusieron 25.000 pesetas cómo primera parte del proyecto general para reparación de la Torre de las Damas, la Habitación de las Pinturas, y Casa de Villolada de las que no se hicieron uso al rehabilitarlo en 1919, y sólo se gastaron 14.000 pesetas que no han bastado para el aseguramiento y arreglo total de estos elementos.
Hoy quedan por aplicar del presupuesto 11.000 pesetas que han sido rehabilitadas por una Real Orden de este verano sin que se haya hecho petición de dicha cifra y estando en la misma situación el presupuesto de 25000 pesetas para terminar la Galería de Machuca y Torre de los Pañales aprobado en septiembre de este año.
Total que hacen mención de todo lo que hay por arreglar aún y dicen en la orden que:
Se quedan en suspenso todas las obras que se están realizando en la Alhambra menos las que exijan continuación por el peligro que pudiera ocasionar el dejarlas a medias y no se emprenderán más obra que la relativa a la reparación y consolidación.
Todos los créditos del presupuesto para la conservación y reparación de la Alhambra y el que exista de la entrada se aplicarán exclusivamente a la reparación del monumento. Y de aquí en lo sucesivo para cualquier obra que vaya a emprender el arquitecto conservador de la Alhambra independiente a la del Plan General ya trazado, deberá siempre presentar presupuesto al ministerio, ya sean excavaciones, aseguramiento de puntos amenazados, o cualquier otra parte o cualquier otra clase de trabajo.
Estás peticiones se tramitarán de forma urgente, claro, pero hay que pedirlas, sí o sí.
Como no se fían un pelo se designará una comisión compuesta por el arquitecto inspector de la Alhambra y otros dos vocales de la Junta Facultativa de construcciones civiles. Al final de cada mes el arquitecto conservador dará cuenta al ministerio de todas las obras que durante ese tiempo se hayan llevado a cabo, tanto las previstas como las imprevistas. Y cada tres meses el arquitecto inspector se dará una vuelta por la Alhambra a ver cómo van las obras.
La casa que hay en la Plaza de los Aljibes la van a adaptar para oficinas de la Alhambra y el administrador que está en Torre de la Justicia, se ubicará allí (en la primera planta) en cuanto acondicionen el edificio. Y se hará inventario de todo lo que se ha encontrado en las excavaciones.
¡Menudo rapapolvos! (¿aeh?)
¡Se acabó el cortijo!