Querido Diario:
¡Mare mía, que tengan que venir los congresistas a descubrirnos lo que no sabemos que tenemos! La Fábrica Cerealia. Ni idea, pero por lo visto vale un Potosí.
Está visto que nadie es profeta en su tierra…
Cerealia es la que fabrica el Vitaminol, el pan líquido, que a veces se ven más anunciados en la prensa madrileña y extranjera que aquí. En la cuesta Molinos está (nº5). Pues no tenía ni idea. Así que en cuanto he visto a Manolín le he preguntado:
-¿Qué es eso del pan líquido?
-¿El Vitaminol Cerealia? Es un jarabe compuesto de vitaminas y sales minerales derivados de los cereales y legumbres que se utiliza como complemento alimenticio para aquellas personas con déficits de éstos o bien por enfermedad, o por llevar una dieta insuficiente- Me contestó todo erudito él- se les da mucho a los niños que no comen para que ganen peso.
-Pues lo mismo le vendría bien un bote de esos a Carmelita que es de lo más milindres pa’comer. Parece un pajarillo.
-¿Quieres que te traiga uno?
-No, no me traigas ná, que antes se lo tendría que preguntar a mi madre. ¿Es muy caro?
-Ná, ese te lo regalo yo para que lo pruebes…
-¡Cómo me lo vas a regalar, hombre! Los negocios no se hacen con los amigos.
-Primero, D.José me permite estas cosas, sin abusar, claro, porque dice que es invertir en publicidad y segundo, tú no eres una amiga, eres mi futura esposa...
-Y dale con la burra… ¡No eres pesao ni ná! ¡Qué yo no me voy a casar!- ¡Qué fritura de tío con el casamiento! cuando le da por una cantinela… –Le pregunto a mi madre a ver qué dice… pero si eso te lo pagamos que no te metamos en un compromiso con D.José.
-Pues se lo regalaré a tu madre…
-Eso lo hablas con ella, a mí no me metas.
-Tú también me haces favores. Acuérdate de lo de la bata cuando me la arreglaste y tampoco me quisiste cobrar nada.
-Pero es diferente, era para que empezaras a trabajar con presencia. Una ayudica ná más.
-Pues eso. Una ayudica.
-Anda, anda, no me líes…
-Ay, qué vejez más mala me espera contigo…
-Ná, pues pa ti la perra gorda.
-¿Te vas a casar conmigo?
-¡No! ¡Que me regales el jarabe si quieres, contri!
Mare mía, no hay manera de relajarse con este tío, le da la vuelta a la tortilla como le da la gana. Está siempre a salto’mata, me descuido un segundo con él y acabo en la vicaría antes de que acabe la semana…