4 DICIEMBRE DE 1920, SÁBADO

Querido Diario:

Antes lo digo… ¡Bomba en Pinos Puente en la madrugada de ayer!

To’lo malo se pega, chiquillo.

Anteanoche a las tres y cuarto de la madrugada estalló una bomba en Pinos Puente que fue colocada en el hueco de una ventana de la casa de D. Antonio Sánchez Mesa administrador del duque de Abrantes en esta localidad.

La detonación, como es normal, alarmó a todos los vecinos que no se explican tan condenable atentado. Cuentan que el explosivo consistía en una lata de conservas cargada de pólvora. Y que en la parte de adentro y junto a la ventana dormía una criaturica de corta edad que su madre un momento antes de la explosión había quitado de ahí para llevársela a amamantarla.

Vamos, que no le pasó ná por pura chiripa. El artefacto produjo desperfectos en la fachada perforando las maderas y entrando los escombros dentro de las habitaciones.

La Benemérita en seguida practicó registros en los domicilios de significados socialistas en busca de pruebas pero no encontraron nada comprometedor.

¡Mal vamos!

En Italia, cuenta el periódico, que la Cámara ha aprobado la reforma electoral concediendo el voto de la mujer. ¡Qué cosas! Aquí ya cuesta que te dejen opinar en voz alta, no te digo ya votar… Aunque la verdad es que me parecería más justo, si todos somos gobernados todos deberíamos poder elegir a nuestros gobernantes. No sé por qué sólo pueden votar los hombres, no hay más que ver que son bastante más brutos para resolver los conflictos.

¡Digo, pues anda que no es buena gobernanta y administradora mi madre! Y como ella la mayoría de mujeres que tiran pa’lante con sus familias. La Reme, por ejemplo, con todas sus limitaciones, anda que si tuviera que vivir de lo que se bebe su marío… Pues ahí está, sacando a su familia y a sus hijos como una jabata, a pesar de los pesares.

O en el caso de las obras benéficas, ya ni hablamos, la mayoría emprendidas y asistidas por mujeres. Anda que si no fuera por el trabajo que ellas dedican a los demás…

Esta visto que lo que necesitamos en esta sociedad son más mujeres con voz y menos bombas ensordecedoras.