MaRGaRiTa MaRíN
Querido Diario:
Dicen que la riqueza granadina privada ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos con la especulación pero, sin embargo, no dejamos ser una ciudad pobre porque aquellos que poseen riqueza no emprenden proyectos progresistas, como hacen otros adinerados en Bilbao o en Cataluña.
Aquí todo proyecto se paraliza por falta de inversión porque prefieren tener su capital encerrado en una caja de un banco, antes que ponerlo a producir, rezagando el desarrollo de la ciudad e impidiendo la prosperidad pública.
Pues yo no sé, pero a mí lo que me parece es que si yo tengo una manzana que vale 1 peseta, por poner, y digo que vale un duro porque a mí me da la gana, te va a comprar la manzana quien yo me sé. Eso no es tener dineros, es explotar vilmente al que necesita la manzana. Y ¿cómo se puede esperar que invierta en bienestar público y progreso a alguien que vive de explotar a los demás que cuanto más pobres más necesitarán?
Yo a estos del periódico los veo muy ingenuos a veces, la verdad. Sin equilibrio no hay justicia y sin Justicia no hay equilibrio. Ni invocar al sentimiento de granadismo, ni gabinas, que tendría que estar prohibido tanto despropósito inhumano. Punto.
Cambiemos de tema que es que me enciendo con esto y me comen los demonios.
Ha llegado a Granada Kurt Hielscher, un fotógrafo alemán, acompañado de varios intérpretes para tomar imágenes de un drama que va de asuntos españoles, que la casa alemana la Unión va a impresionar y que se desarrolla en su mayor parte en Granada.
Ayer impresionaron alguna cinta de la Alhambra y del camino del monte y ya preparan nuevas impresiones de las bellezas de nuestra ciudad.