Querido Diario:
Hoy Santa Lucía, que acorta las noches y alarga los días.
¡Qué reventaera de fin de semana! Esta mañana no me podía ni levantar. Y al verme tan cansada, Madre me ha dejado hacer la nininana un ratico más en la cama.
¡Uhm, que Dios se lo pague! Ahí, calentica, remoloneando…
Tenía pendiente de leer los tres periódicos atrasados que llevo de estos días pero, pa’ti y pa’mí, sólo los he ojeado. Eso sí, las entregas del Conde de Montecristo han caído las tres del tirón.
De las noticias no he visto mucho, que se ha muerto el Arzobispo (Meseguer) y que ya lo han enterrado; el trajín este que se traen con las elecciones; y poco más.
Parece que ya se ha regulado el tema del aceite de tasa en el Albayzín. Dos mil vales diarios se están repartiendo entre las parroquias de San José, San Pedro y Salvador.
Para recogerlo hay que ir a la calle Panaderos que es donde está el despacho municipal para estas parroquias. Desde las ocho de la mañana a las ocho de la tarde están repartiendo vales. Aunque no en todos los sitios funcionan así (debe ser una victoria más de mis albayzineras por las protestas del otro día) dicen que gracias a esta expansión del horario, las colas son pequeñas para toda la demanda que hay.
Si es que estamos una pila’gente en este barrio y mu’necesitaicos de ayuda. Y más ahora con la pobreza que genera la crudeza invernal, que si normalmente falta trabajo, no te digo ahora.
Aquí al menos se están creando algunos jornales con las obras del muro de la Carrera del Darro y los pavimentos de la cuesta San Gregorio y de la calle de la Concepción, pero ná pa’tó lo que hace falta. Y como son obras al aire libre, los días de lluvia no se trabaja y no cobran.
Penalidad tras penalidad. ¡Qué jartera, mare mía!