Querido Diario:
Hoy pasé por la botica para concretar con Manolín los mandaillos que necesitaba que le hiciera. Como me ha dado un poquillo más por si le encontraba alguna cosilla más pa’su chico, al final le he buscado un verduguillo con una bufandilla a juego y le he comprado además, un retal de tela de lana también del mismo color para hacerle unas manoplas, que eso se lo coso yo en una voláh y así tiene el conjunto completo.
No sólo le he podido buscar todo lo que me había encargao sino que además me ha sobrado algo sobre lo prepuestado. “Una muhéh’pa’un pobre” que diría La Patro.
Quedamos que se pasaría por aquí a recogerlo todo al salir del trabajo.
Madre me ha dado también unos restos de un paño suavico y calentico que tenía por ahí arramblao y que he recompuesto para forrarlas por dentro. Ahora mismo está La Sole pasándole la máquina mientras yo escribo esto, que se ha empeñao en que no lo cosiera a mano y se lo he dejao tó hlivanao y preparaico ná más que pa’pasarle la costura.
¡Ves tú! ¡Ya lo ha acabao!
¡Ya quisiera yo escribir tan rápido como ella da las puntáh, chiquillo!
Ea, pues ya sólo esperar a que venga Manolín a recogerlo todo cuando él quiera que yo sigo con lo mío. Aprovechando que mis hermanas han vuelto a salir de paseo con mis primos y el abuelo para ver jugueterías y poder terminar de escribirle la carta a los Reyes, voy a terminarle los ojales al abrigo nuevo de Carmelita que pa’mañana ya es tarde.
¡Cucha, ya está aquí Manolín!
Voy a darle sus recaos a ver qué le parecen mis gestiones.