En este punto, muy cercano al Huerto de Carlos, en donde se insertan la calle Pilar Seco, Aljibe de la Gitana y el callejón de las monjas, hubo una pequeña mezquita, con su aljibe alimentado por la acequia de Aynadamar que fue derruida y en su lugar se colocó una hornacina oratorio con una pintura de un Cristo decorado con unas azucenas.
Pero el misterio surge cuando en la Gacetilla Curiosa o Semanario Granadino (la prensa de la época) el 13 de Abril de 1765 narra que el hortelano de Santa Isabel la Real colocó un ramo de azucenas junto al Cristo que pasados tres meses se habían marchitado, obviamente, pero que de sus tallos secos brotó mágicamente una hermosísima azucena blanca.
¿Habrá brotado mágicamente también algún plantón por esta placeta?
Pues vamos a ver. Inspeccionar bien la zona, algo tiene que haber.
